Con cuanto dolor partí de mi tierra
con cuanto dolor deje a la que es parte de mi carne
parte de mi sangre, mi amor y mi fuerza.
Los ojos se me nublaron
por el dolor, la pena y la tristeza
mis lágrimas las ahogo mi garganta
para que no cayeran en tierra.
Deje mis raíces, deje a mis amigos
deje mi infancia, deje mi gente
esas que alegraban mis noches de risas
de algarabía, de pena y mis noches de juerga.
No fue fácil embarcarme a lugares nuevos
muchas veces perdí la noción del tiempo
cuantas veces la vida nos pone a prueba
soledades que nos consumen por la pena.
Bajo este cielo que muchas veces fue gris
aprendí lo que es vivir y subsistir
sin tener un hombro donde descansar mi tristeza
sin ver mi cara nuevamente sonreír.
Fue difícil abrazar la costumbre
por la falta de amor y una palabra de aliento
cuanta fue la necesidad de un amigo
cuanto fue la necesidad de un abrazo fraterno.
Querer sentir palabras de ánimos para no decaer
tener su mano amiga y su compañía
para así devolverle a mi cara la sonrisa
y a mi alma la esencia de vida.
¡Dios! Que duro fue, hasta que el tiempo pasó
y sin darme cuenta al cielo, nuevamente su brillo volvió.
Después de muchos años fuera de mi país
aprendí la lucha diaria por subsistir
los valores fundamentales e indispensables
que el ser humano necesita para ser feliz.
Amor, respeto, amistad, sinceridad
compañerismo, humanidad, lealtad
hoy atesoro los valores de la vida
porque la vida me lo enseño con muchas pruebas.
Tiempo desmedido de soledad y dolor
mas la dicha, la felicidad a mi vida llego
Dios me bendijo y una familia hermosa me concedió
un esposo y dos hijos fruto del amor.
Amigo, Amiga la vida pruebas siempre dará
y esta en uno poderlas superar
nunca te des por vencido, ni pierdas la fe y la esperanza
tus sueños, tus objetivos, tus deseos, tus anhelos
cualquiera que fueran, la puerta de lo real se abrirá
y la felicidad eterna en tu vida resplandecerá.
AUTORA: ARACELY D.
DERECHOS RESERVADOS
