Una lágrima detrás viene otra
la suavidad del rostro cambia
el corazón se duele, se inquieta
el cuerpo pierde la calma
el pensamiento nos traiciona
la mente no tiene paz se alborota.
Señor, tu que tocas el alma
cambia nuestro interior
embriágame con tu amor
protegeme con tu manto
llena mi ser con tu presencia
abre mis ojos quiero verte.
Los pensamientos se dispersan,
la tierra gira bajo la luna llena
veo tus ojos entre las estrellas
el viento acaricia mis mejillas
y con suavidad mi cabello peina.
Has respondido mi mensaje
mas mi pensamiento
no llega a captar ni a sentir
que tú estas junto a mi.
A cada momento, a cada instante,
en cada mirada tu estas mirándome,
manos que se abren para dar una caricia,
manos que se extienden de amor y esperanzas
manos que nos ayudan a seguir la lucha diaria
y a continuar la obra que iniciaste estando en tierra.
Señor gracias por tu presencia,
por alentarme en mi lucha diaria,
por indicarme el camino que debo seguir,
por darme fuerza cuando mis fuerzas flaquean,
por darme esperanza cuando parece que todo se acaba,
por poner luz en la oscuridad de mi alma,
por poner amor en mi corazón
y llenar mi mente de calma.
AUTORA: ARACELY D.
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Bellas letras, a un sentir profundo,
ResponderEliminarDios siempre está presente,
aunque no se vea, pero se siente
solo se tiene que mirar el corazón,
de aquel que quiere su amor.
y eso es lo mejor del mundo
cogiste amiga un buen sendero.
Abrázalo fuerte, muy fuerte
Te dejo mi huella, y mi cariño,
y que la luz ilumine tu vida.
María José
Gracias amiga, muchas veces nos equivocamos porque las circunstancias en que se viven nos ciegan a ver la realidad de las cosas, pero Dios es grande y solo en El podemos encontrar la luz y sea su luz a alumbrar nuestro camino. Gracias por tus palabras y por tus deseos en mi vida. Un abrazo.
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